viernes, 20 de agosto de 2010

24 de agosto - Nostalgia de qué!?





LA MASACRE DEL HOSPITAL FILTRO DE MONTEVIDEO (URUGUAY)

Nuestro día de guerra duró unas cuantas horas y se extendió apenas por un barrio, unas cuantas cuadras. Ni siquiera fue un guerra completa, fue una masacre, un solo bando estuvo armado, una sola línea de fuego disparando; y los heridos también, fueron todos del mismo bando. Como dice una canción escrita por la gente de la Huerta Artiguista dedicada a Fernando Morroni: siempre tendrá agosto un 24, y será para recordarnos que en Uruguay sigue existiendo la impunidad. Hubo un muerto y la vida no se juzga por números, claro que no. Pero cuantos cientos de heridos... con balas... con sables... heridos que bien podrían haber muerto. ¿Cuantos más podrían ser los muertos de aquel miércoles negro? Al Filtro la gente iba y venía, por momentos llegaron a estar allí 20 o 30 mil personas, o incluso más. Llegaron marchas multitudinarias y caravanas, gente de todas las edades y de distintas filiaciones se congregaron. ¿Cuantas personas habrán pasado por lo menos un ratito por el Filtro en aquellos días... y cuantas de esas personas podrían haber muerto en la masacre? Esta historia trágica comienza, ya en mayo del año 1992, cuando un grupo de 13 ciudadanos vascos, establecidos desde el año 1988 en nuestro país, son detenidos y procesados por orden de la justicia uruguaya. Poseían documentación falsa, y además, 8 de esos detenidos fueron rápidamente reclamados por el gobierno español, que los acusaba de pertenecer al grupo armado ETA y pedía su extradición. El gobierno español se encargó de presionar para apurar la extradición, recordando que al retardar la extradición, la Justicia uruguaya contravenía el Tratado de Cooperación, que implicaba para Uruguay el envío de unas 200 ambulancias, coches patrulla para la policía y préstamos para instalaciones hospitalarias por 2 mil millones de dólares. La Justicia uruguaya, tomándose su tiempo, negó la extradición de 5 de los detenidos, liberó a los otros 5 que no habían sido requeridos, y aprobó la extradición de Jesús Goitia, Luis Lizarralde y Mikel Ibañez. Nada más producirse las detenciones en 1992, se forma una Comisión de Apoyo a los Vascos Detenidos. La polémica es continua durante 2 años: varias marchas llegan hasta la puerta de la Cárcel Central. En 1993, los vascos inician una huelga de hambre, que suspenden con la promesa, del poder ejecutivo de ponerlos en libertad. Pero no les libera, y se mantiene firme en la decisión de extraditar a los tres. En 1994, inician una nueva huelga de hambre como última esperanza de lograr el asilo. Para los uruguayos tenía especial significación: diez años atrás tan solo, había terminado la dictadura. Los milicos dejaron muerte, represión y tortura; muchos uruguayos vagaron por el mundo pidiendo asilo solidario. Esta vez, aquél agosto del 94, miles de uruguayos reclamaron asilo, no para ellos, sino para los demás, para estos tres detenidos vascos.

Esta vez, la huelga se hizo larga y la salud de los detenidos fue empeorando; a los 9 días de huelga de hambre dejaron de ingerir líquidos.por eso, a la noche el 19 de agosto del año 1994, se les traslada al Hospital Filtro. Se producen forcejeos entre los agentes policiales y un pequeño número de manifestantes que intentaban bloquear el operativo. El 20 de agosto de 1994, en pleno invierno y lloviendo, comienzan a plantarse campamentos en torno al Hospital, con ikurrinas y cánticos de apoyo para los detenidos. Unas 100 personas protagonizan caceroladas, denuncian que "la policía impide a los abogados dialogar a solas con los detenidos" y que "la policía española tortura a todas las personas que son tenidas bajo sospecha de pertenecer a ETA". Argumentan que aceptar la extradición equivale a "llevar a los 3 ciudadanos vascos detenidos en Uruguay a un país torturador". El 22 de agosto, una concentración de varios miles de personas sale de la plaza del Entrevero, hasta el hospital Filtro, al grito de liberar, liberar, a los vascos por luchar, así como asesinos, asesinos cada vez que pasaban frente a las sedes del Partido Nacional. El Filtro está rodeado por campamentos solidarios de varios gremios, obreros, estudiantes y asociaciones de barrios. Miles de personas van y vienen durante las 24 horas del día, llegan marchas y gente interesada. El 23 de agosto comienza una huelga general; se produce una concentración y marcha desde el Obelisco hasta el Filtro. En medio de las heladas nocturnas, se mantiene un cordón humano en vigilia permanente frente al Hospital, rodeado de hogueras pala calentarse y cocinar. Hay un clima de expectativa y vergüenza. El asilo político contó con el apoyo de diferentes y variados organismos de la sociedad uruguaya, desde partidos políticos (en un momento fueron más de 52 los parlamentarios que respaldaron el asilo), diferentes organizaciones no gubernamentales de derechos humanos, así como también la Junta Departamental de Montevideo, e incluso las manifestaciones de la Iglesia Católica de Montevideo pidiendo por el resguardo de la salud de los detenidos.

El miércoles 24 de agosto, a las 05.00 empiezan a incrementarse y avanzar los cordones policiales para desplazar a los acampantes; éstos forman un cordón y se niegan a retroceder. Dos heridos y dos detenidos. Desde España ha llegado el avión para llevarse a los detenidos. A las 17.00 la caballería carga por la espalda de los manifestantes, mientras son acorralados de frente por policías de a pie. Se emplean perros, gases, palos y sables. Los manifestantes responden con piedras. La caballería ataca a sablazos contra gente de todas las edades, hacen morder niños con los perros. La gente intenta refugiarse en las casas del barrio; la policía entra y la saca a palo limpio. Varios heridos civiles, y algún milico herido por las piedras. La represión se extiende por varias cuadras, hasta que finalmente se disipa luego de que la policía utilice masivamente gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes. Por la tarde, muchas personas vuelven a acercarse al Hospital Filtro, rodeado por la policía. La gente está confundida, la represión ha sido tan atroz que se corren rumores sobre decenas de muertos y nadie está muy seguro de lo que pasa. Llegan 13 ambulancias escoltadas por patrulleros y motociclistas disparando al aire. Policías ubicados en diversos sectores empiezan a disparar fuego real contra los manifestantes. Esteban Massa, un enfermero que intenta socorrer a una de las víctimas, recibe cuatro disparos por la espalda. Los vecinos del barrio cuentan haber visto a los policías disparar desde autos sin mirar a quien. A las 20.00 Fernando Morroni, un joven trabajador de apenas 24 años muere al ser alcanzado por tres disparos de escopeta recortada en el hombro, en el tórax y en el corazón, realizados a menos de dos metros de distancia. Carlos Alejandro Font, de 18 años, es ingresado con pérdida de masa encefálica por herida de bala. A las 21:00 horas se apagan las luces del alumbrado público de la zona y se corta el teléfono durante 6 horas. la cacería continúa. Solo la luna muestra la salida de aquella trampa mortal para quien se halle perdido entre las calles oscuras y con tantos policías sedientos de sangre. A las 22.20 se llevan a los vascos. Cifras oficiales: más de 100 civiles heridos graves (15 de ellos de bala, un joven de 20 años pierde un ojo). Incontables heridos leves, entre ellos 44 policías. Cuando en el Parlamento, se preguntó al ministro Gianola por las víctimas de la represión, él respondió que había sido necesario sacrificar un caballo que presentaba una herida punzante en una pata.

El 25 de agosto es expulsado de Uruguay el diputado Jon Idígoras, por sus declaraciones hechas nombrando el caso de Bélgica, país que se oponía a la extradición, pero que a diferencia de otros, no había recibido ambulancias y patrulleros. Se cierran dos emisoras de radio. A la portavoz de los vascos, Agurtzane Delgado Iriondo, se le conceden 6 horas para dejar el país, por incitar a la violencia. El 26 de agosto del '94 marchan durante 4 horas decenas de miles de personas acompañando silenciosamente al féretro de Fernando Morroni. Su madre declara: "no le voy echar la culpa a los vascos, esos que reprimieron son de acá, fueron los uruguayos que reprimieron de la peor manera, matando a jóvenes como a mi hijo, desapareciendo a otros, con todas las armas habidas y por haber pero en las manos de ellos". El 27 de agosto se realizan actos de solidaridad frente a los consulados de Uruguay en Bilbao e Iruñea, dejando ramos de flores en "profundo reconocimiento a la solidaridad demostrada por el pueblo uruguayo hacia el pueblo vasco". El 15 de setiembre, una marcha estudiantil "contra la represión y el terrorismo de estado" paraliza la avenida principal de Montevideo, en medio de una impresionante campaña de terror promovida por políticos y periodistas. El 2 de octubre de 1994 en la ciudad de Pando se organiza un festival donde participan los grupos musicales La Celda de Uruguay, Todos Tus Muertos de Argentina; y Negu Gorriak de EH. Se convierte en un acto de protesta; los vascos suben al escenario con camisetas con los colores celeste y blanco (de la bandera uruguaya) con la inscripción Gora Uruguay Herria como símbolo de gratitud y solidaridad con quienes habían sufrido la represión en el Filtro. Los asistentes gritan: "Lacalle fascista, vos sos el terrorista'.

1 comentario:

  1. Buena la del Blog!! Una sugerencia: pongan algo para subscribirse a fuentes de correo electrónico o posibilidad de volverse un seguidor del blog, así sabemos cuando lo actualizan. Abrazo.

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