miércoles, 25 de marzo de 2009

Salú por el Bebe

De nuevo El Bebe Sendic cumple años ...Este 16 de marzo, el de sus 84 años, ni se parece a aquel de sus 37 en el monte del Itacumbú de 1962, en Bella Unión, donde el tímido festejo había sido con caña brasilera, mate dulce y achuras de chancho, entre una muchedumbre de familias cañeras sublevadas desde hacía dos meses contra los yanquis del ingenio azucarero, que más que capitalistas –y menos- se comportaban como auténticos y repudiables amos esclavistas y criminales señores feudales, con la anuencia de caricaturas de gobernantes que todavía se llenaban la boca con las palabras “libertad” y “democracia”. No somos aquellos 300 heroicos cañeros del Norte resueltos a correr a palos y pedradas al camión repleto de rompehuelgas, arremeter con furia sobre la “inexpugnable” planta de Cainsa, vulnerar el cerco de matones y milicos, ocupar las instalaciones y retener a los gerentes y alcahuetes de la multinacional, hasta conquistar algo tan sencillo como el pago en fecha del mísero salario, la disminución de las brutales jornadas de trabajo y la eliminación de la balanza estafadora y un bono rapiñero con el que se los obligaba a gastar sus pocos pesos en la cantina de los mismos yanquis.No somos los peludos del ´62, no somos los obreros del campo y la ciudad que empezaban a mostrarnos con hechos que la pelea de la clase trabajadora es la pelea por la revolución. No estamos en las orillas del Itacumbú agazapados para frenar a los rompehuelgas y los traidores, y a los milicos armados a guerra con la orden de dejarnos confinados a los territorios marginales del hambre y la sumisión, en la antesala de la maldita y corrupta dictadura “cívico-militar”. No somos, no, la muchedumbre de ayer sublevada contra los capitales extranjeros adueñados del 4 o 5 % del territorio nacional… Hoy somos una pequeña parte de lo que quedó de la derrota de aquellos trabajadores sublevados, y estamos en el Uruguay en el que la tierra sigue enajenándose por multinacionales en más de un 30%, arrebatada de manos de pequeñas y medianas familias de productores estafados y endeudados, que con suerte podrán convertirse en peones zafrales del campo o desgraciados changadores de ciudades ganadas por la desocupación, el asistencialismo inútil y la fantasía de gigantescos supermercados también extranjeros pletóricos de lo que nadie podrá jamás comprar. No somos lo que tendremos que ser, sí o sí, con muchas más y más fuertes razones que al comienzo de los 60, para que la tierra sea para el que la trabaja y que este país pertenezca al pueblo trabajador y no a una manga de zánganos y chupasangres… No somos, todavía, ni tantos ni tan buenos, aunque no es poco asumirlo y tratar día a día de contribuir, sin soberbia ni perfilismos, a rehacer, mejor aun que hace 47 años, con más modestia y menos sectarismo, el entramado de rebeldía organizada y revolución sin el que la opresión, la explotación y el crimen burgués, seguirán siendo impunes y triunfantes. Esto no es el monte del Itacumbú sublevado, y así es hoy el cumpleaños 84 de Raúl Sendic Antonaccio, en medio de un pueblo que aún no asume la traición de sus ex compañeros, los ex compañeros del Bebe Sendic... si, esos en los que estas pensando y te da rabia y vergüenza decirlo,pero mas vergunza es no denunciarlos públicamente, porque ya no tienen vergüenza los simberguenzas como Huidobro y el Pepe Mujica y muchos mas que se comieron años y mas años de cana, pa después claudicar de tal forma quje fueron capaces de recibir entre bombos y platillos a Bus, uno de los mas grandes genocida de la historia ... y podemos seguir, pero no... pese a todo, igual podemos, con emoción y amor revolucionario, festejar este día, alzando, en lugar de copas y papelitos de colores, la voz y los puños, y gritar a los cuatro vientos que estamos dispuestos a luchar, como él luchó, por una sociedad distinta, sin explotados ni explotadores.

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